El presidente surcoreano, en buena posición para sobrevivir a una moción de destitución
El presidente surcoreano Yoon Suk Yeol enfrenta este sábado en el Parlamento una moción de destitución por la efímera declaración de una ley marcial, que podría fracasar gracias al boicot de una mayoría de los legisladores de su partido.
Este sábado por la tarde empezó la votación en el Parlamento que decidirá si Yoon es destituido, con unas 150.000 personas manifestándose en las calles para pedir la renuncia del presidente.
Yoon conmocionó al país y a la comunidad internacional el martes por la noche al decretar por primera vez desde la instauración democrática en 1987 una ley marcial y enviar soldados y tropas al Parlamento.
Los diputados opositores, mayoritarios en la cámara, consiguieron votar en contra del decreto y forzaron a Yoon a derogar la orden en la madrugada del miércoles en una noche de drama y manifestaciones callejeras en esta nación clave en el tablero geopolítico de Estados Unidos en Asia.
La oposición cuenta con 192 de los 300 escaños de la cámara y solo necesita algunos apoyos del Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon, que tiene 108, para alcanzar el mínimo de dos tercios que requiere su aprobación.
Todos los legisladores del PPP, excepto uno, abandonaron el hemiciclo antes de la votación, según imágenes retransmitidas en directo por televisión, por lo que la moción carecerá del quórum necesario salvo sorpresa de última hora.
El fracaso de esta moción de destitución podría enfurecer a las decenas de miles de personas que se manifestaban delante del Parlamento para exigir que Yoon deje el cargo.
- Disculpas -
Antes de la votación, Yoon, de 63 años, compareció en público por primera vez desde el miércoles, y se disculpó pero no llegó a dimitir, afirmando que dejaría que su partido decidiera su destino.
"La declaración de la ley marcial surgió de mi urgencia como presidente", explicó Yoon en un discurso televisado en la mañana del sábado.
"Sin embargo, en el proceso, provoqué ansiedad e inconveniencia a la ciudadanía. Me disculpo sinceramente ante los ciudadanos que se sintieron muy angustiados".
En su breve alocución, el presidente no ofreció su renuncia. "Dejaré a manos de mi partido estabilizar la situación, incluido mi mandato", aseguró.
La popularidad de Yoon ha caído a un mínimo del 13% según un sondeo publicado el viernes.
Enfrentado también a una investigación por insurrección, Yoon declaró en su discurso que no iba a "esquivar las responsabilidad legales y políticas por la declaración de la ley marcial.
El líder opositor Lee, que fue su rival en las ajustadas elecciones de 2022, dijo que el discurso fue "muy decepcionante" ante las extendidas peticiones de dimisión.
Su comparecencia "solo exacerba la sensación de traición y enfado de los ciudadanos", afirmó Lee, para quien la única salida es "la renuncia inmediata del presidente o su pronta destitución".
- "Elementos antiestatales" -
Al decretar la ley marcial, Yoon aseguró que buscaba "salvaguardar una Corea del Sur liberal de "las amenazas que plantean las fuerzas comunistas de Corea del Norte" y "los elementos antiestatales que roban la libertad y la felicidad del pueblo".
En minoría en el Parlamento desde las elecciones legislativas de abril, Yoon mantenía un duro pulso con los diputados opositores, que recientemente le recortaron el presupuesto gubernamental para el próximo año.
Aunque la ley marcial prohibió la actividad política y las manifestaciones, diputados y miles de manifestantes acudieron al Parlamento, donde casi 300 soldados intentaban blindar el recinto.
Sin embargo, personal parlamentario bloqueó a los soldados la entrada a la cámara con sofás y extintotres mientras los diputados, algunos de los cuales tuvieron que escalar rejas para entrar, votaban en contra del decreto de Yoon.
El episodio hizo resurgir el doloroso recuerdo del pasado autocrático de Corea del Sur y sorprendió a sus aliados occidentales, especialmente a Estados Unidos, que dispone de casi 30.000 soldados en el país ante la amenaza de Corea del Norte.
En una llamada el viernes, el secretario de Estado de la Casa Blanca, Antony Blinken, dijo a su homólogo surcoreano Choe Tae-yul que espera que "el proceso democrático prevalezca".
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