Berlusconi se retira de la carrera a la presidencia de Italia
El ex primer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi anunció el sábado que retiraba su candidatura a la presidencia de Italia, dos días antes de que comience la votación en el Parlamento.
"Il Cavaliere", de 85 años, lleva semanas haciendo campaña para sustituir al presidente saliente, Sergio Mattarella, aunque pocos analistas creían que tuviera suficientes apoyos para ganar.
En una declaración durante una reunión virtual con líderes de la derecha italiana, Berlusconi insistió en que tenía suficientes votos, pero por "responsabilidad nacional", pidió a los que propusieron su nombre que lo retiraran.
"Hoy, Italia necesita unidad", dijo, en alusión a la actual pandemia de covid-19. "Seguiré sirviendo a mi país de otras maneras", agregó.
El principal candidato a la presidencia sigue siendo el primer ministro Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo que lideró el gobierno de unidad nacional de Italia el último año.
Berlusconi, cuyo partido Forza Italia es miembro del gobierno, repitió su deseo de que Draghi permanezca en su cargo hasta las próximas elecciones legislativas de 2023.
"Considero necesario que el gobierno de Draghi complete su trabajo hasta el final de la legislatura", escribió en el comunicado emitido por su portavoz.
De esta manera, podrá garantizar la puesta en marcha de las reformas exigidas por la Unión Europea, lanzadas hace un año para obtener los fondos europeos poscovid y evitar una crisis de gobierno.
En cambio, Berlusconi dijo que trabajaría con Matteo Salvini, del partido antiinmigración La Liga, y con Giorgia Meloni, de la ultraderecha Hermanos de Italia, para acordar un nombre capaz de recabar un "amplio consenso".
El parlamento de Italia inicia el lunes las votaciones para elegir a un nuevo presidente de la República.
En las tres primeras rondas de votación es necesaria una mayoría de dos tercios, pero a partir de la cuarta ronda, una mayoría simple basta.
El cargo de presidente en Italia es en gran medida protocolario, pero desempeña un papel crucial de arbitraje durante las crisis políticas y ejerce una importante influencia. Tiene un mandato de siete años.
A.Smith--MC-UK