Gobierno argentino pide celeridad al Congreso para tratar acuerdo con FMI
El gobierno de Alberto Fernández pidió "celeridad" al Congreso en el tratamiento del proyecto para refinanciar la deuda de Argentina con el FMI por unos 45.000 millones de dólares, al comenzar este lunes el debate parlamentario sobre el acuerdo.
"Les pido celeridad y apoyo para dejar atrás esta carga que hemos heredado y poder concentrarnos en profundizar la recuperación económica", declaró el jefe de Gabinete, Juan Manzur, en una reunión conjunta de las comisiones de Presupuesto y de Finanzas de la Cámara de Diputados.
Luego de un año y medio de negociaciones, el gobierno anunció el jueves pasado el envío al Congreso del texto del acuerdo alcanzado con el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar su deuda con el organismo a través de un nuevo convenio crediticio.
"Estamos ante una circunstancia objetiva: Argentina no tiene los fondos necesarios para hacer frente a los vencimientos de 2022 y 2023. Nuestra tarea es evitar un escenario de default generalizado", dijo Manzur a los diputados.
El crédito contraído por Argentina en 2018 durante el mandato de Mauricio Macri, contempla pagos por unos 19.000 millones de dólares en 2022 y otros 20.000 millones en 2023, un horizonte que el gobierno considera insostenible.
El nuevo programa prevé 10 revisiones trimestrales y un período de gracia de cuatro años. Los pagos deberán realizarse desde 2026 hasta 2034. Para que el préstamo entre en vigor, debe recibir el aval del parlamento argentino y del directorio del FMI.
"La alternativa al acuerdo con el FMI es la incertidumbre", afirmó el ministro de Economía, Martín Guzmán, ante los diputados, al sostener que la propuesta "es un programa para la recuperación y para reducir la inflación".
"Queremos cumplirlo, nuestro compromiso es efectivamente cumplirlo", señaló.
Fernández no cuenta con mayoría en el Congreso y debe lidiar además con reticencias de un sector de los legisladores del oficialista Frente de Todos (centroizquierda) que reclamaba "más dureza" en la negociación con el FMI.
Entre los reticentes, se encuentra Máximo Kirchner, diputado e hijo de la exmandataria y actual vicepresidente Cristina Kirchner, quien renunció hace un mes a la presidencia del bloque oficialista en la Cámara baja para evitar tener que liderar la posición a favor del acuerdo. Su sector sostiene que el FMI debió contemplar las responsabilidades de haber otorgado un crédito "impagable".
El préstamo por 57.000 millones de dólares es el mayor concedido en la historia del organismo multilateral. Argentina recibió 44.000 millones.
En el opositor Juntos por el Cambio tampoco hay posición unánime. La coalición se divide entre quienes quieren rechazar el nuevo acuerdo -el sector alineado con Macri-, y quienes están dispuestos a votar a favor.
N.Walker--MC-UK