Morning Chronicle - Cerca de Los Ángeles, un conserje "testarudo" acampa en las ruinas de su edificio

London -

EN LAS NOTICIAS

Cerca de Los Ángeles, un conserje "testarudo" acampa en las ruinas de su edificio
Cerca de Los Ángeles, un conserje "testarudo" acampa en las ruinas de su edificio / Foto: Patrick T. Fallon - AFP

Cerca de Los Ángeles, un conserje "testarudo" acampa en las ruinas de su edificio

En medio de las ruinas calcinadas del barrio Pacific Palisades, Jeff Ridgway pasea a su perra Abby como si nada pasara. A diferencia de decenas de miles de personas expulsadas por los incendios, este conserje se niega a evacuar.

Tamaño del texto:

Este californiano de 67 años lleva una semana atrincherado en su apartamento en un exclusivo vecindario en los Ángeles, tras haber protegido su propiedad con mangueras de agua.

"Fue una verdadera guerra", cuenta a la AFP mostrando un eucalipto renegrido al que salvó del fuego, justo frente al edificio donde vive. "Soy testarudo, me dije: 'No me dejará vencer, no hay manera'".

Luego de vivir por casi 35 años en este lugar, el conserje hizo todo cuanto pudo para salvar los 18 apartamentos de este pequeño edificio. Cuando la ciudad se quedó sin agua, recurrió a la piscina para llenar baldes.

"Sentí que tenía cierta responsabilidad, no solo con mi casa y mis cosas, sino también con las cosas de los otros", explicó.

Los alrededores de Los Ángeles todavía están bajo el azote del fuego, que ya causó la muerte de 24 personas. Tanto en Pacific Palisades como en Altadena, las localidades más afectadas, cordones de policías y militares impiden a la mayoría de los evacuados volver a sus hogares.

- Víveres entregados por la policía -

Ridgway no quiere terminar en un frío cuarto de hotel o en un albergue público. Acampa en su apartamento pese al espectáculo desolador que ve por las ventanas.

Los residentes de su edificio hicieron que un policía compasivo le acercara víveres, botellas de agua y algunos alimentos con lo que este portero tiene para "al menos dos semanas". Incluso recibió unas medias y comida para su perra.

"Está muy contenta por su comida. Y si ella está contenta yo también", dijo el hombre mirando con ternura a su mascota.

Sin electricidad, ha tenido que usar la misma ropa por varios días.

"Necesito una ducha, ella también necesita un baño", sonríe el hombre que viste un chaqueta de paño y unos vaqueros llenos de hollín, y que dice que ha comenzado a apodar "marrana" a su perra ya que está cada vez más sucia.

Las malas condiciones de su aislamiento están sin embargo lejos de desanimarlo, y recuerda con nostalgia las jornadas de campamento que hacía en el parque natural Yosemite.

- "Shangri-La" -

Es que mucho más allá de su edificio, este antiguo librero se enamoró del barrio Pacific Palisades. Para él, este rincón de colinas que miran al océano no es solo un refugio de celebridades, del que actores como Anthony Hopkins o Rita Moreno han sido alcaldes honorarios.

"Es un Shangri-La", dice al comparar su vecindario con el ficticio monasterio tibetano de la novela de James Hilton, como un modelo de belleza y quietud. "Es una verdadera comunidad solidaria, que tiene una gran historia".

El barrio de Pacific Palisades alberga también el museo Getty Villa, donde hay una de las colecciones más importantes de arte y de estatuas antiguas.

Los innovadores diseñadores Charles y Ray Eames también construyeron en el vecindario una casa estudio sobre una ladera. Con su exterior de vidrio y bloques de concreto coloreados, esta edificación sigue siendo un símbolo de la arquitectura moderna del siglo XX.

Estas joyas arquitectónicas, se han salvado hasta ahora de las llamas, pero a solo algunas cuadras del apartamento de Ridgway, el centro comercial y sus fachadas con decoración pomposa que databan de 1924 no son más que ruinas.

"Nuestro edificio es quizá uno de los más viejos de la ciudad ahora", dice el conserje al explicar que se trata de un edificio de apartamentos de los años 1950.

Cada año, Ridgway espera con impaciencia las celebraciones del 4 de julio, la fiesta de independencia estadounidense. Estas atraen a decenas de miles de personas a Pacific Palisades que vienen a admirar a los paracaidistas que se lanzan para aterrizar en Sunset Boulevard.

Pese a estos incendios devastadores, está convencido de que este aire a paraíso que le impidió huir, va a permitir que el barrio se recupere.

"Incluso sin una casa, cada uno de estos lotes vale todavía uno o dos millones de dólares", afirma. "Aún tenemos ahí las montañas, el océano y, sobre todo, un cielo azul y buena calidad del aire. Es lo que hará que la gente vuelva".

W.Elffire--MC-UK